miércoles, 5 de noviembre de 2014

Estamos vigilados.

El derecho a la intimidad libre y sin molestias ha desaparecido.
Los Estados y las empresas al emplear tanta vigilancia sobre los ciudadanos han acabado con esta intimidad. Nos tienen vigilados y eso es un hecho, si quieren pueden saber todos nuestros movimientos con un simple clic.
Nuestros derechos democráticos deberían seguir intactos, por muchos avances tecnológicos que tengamos, no deberían irrumpir nuestra intimidad, pero una vez ya que han empezado a vigiliarnos no van a parar, pudiendo saber con quién hablamos, nuestros ideales políticos.. Cuando la gente tiene tanto poder se corrompe, y esto es lo que ha pasado con nuestra sociedad han conseguido ese poder de vigilarnos y una vez lo han conseguido ya no van a parar.

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